En todas las relaciones interpersonales, ya sean de amistad, familiares, laborales o amorosas, la comunicación es una habilidad esencial para la convivencia y el entendimiento mutuo. Sin embargo, no todas las formas de comunicación son efectivas o saludables, y una de las herramientas más importantes para lograr una comunicación sana y constructiva es la asertividad. En este artículo, exploraremos qué es la comunicación asertiva, cómo puede mejorar nuestras relaciones interpersonales y cómo podemos practicarla en nuestro día a día.
La comunicación asertiva es un estilo de comunicación en el que se expresa lo que se piensa, se siente o se necesita de manera clara, directa y honesta, respetando al mismo tiempo los derechos y sentimientos de la otra persona. Esto incluye la habilidad de expresar opiniones contrarias sin herir o agredir al otro, de aceptar críticas constructivas sin sentirse atacado y de pedir lo que se necesita sin sentirse culpable o egoísta.
La comunicación asertiva se diferencia de otros estilos de comunicación en los que no se tiene en cuenta los sentimientos o derechos del otro, como la comunicación agresiva, o en los que se ceden constantemente los propios derechos y se busca agradar al otro a cualquier costo, como la comunicación pasiva o sumisa.
La asertividad es una habilidad aprendida y puede mejorar con la práctica y la reflexión sobre nuestras propias necesidades y sentimientos.
La comunicación asertiva tiene muchos beneficios para nuestras relaciones interpersonales, tanto personales como laborales. Algunos de ellos son:
Practicar la comunicación asertiva puede parecer difícil al principio, especialmente si estamos acostumbrados a otros estilos de comunicación. Algunas estrategias para mejorar nuestra asertividad son:
La comunicación asertiva es una herramienta valiosa para mejorar nuestras relaciones interpersonales, facilitar el entendimiento y la resolución de conflictos y lograr una comunicación más efectiva y saludable. Sin embargo, requiere práctica y reflexión sobre nuestras propias necesidades y sentimientos. Al ser capaces de expresarnos de manera clara, honesta y respetuosa, podemos lograr relaciones más equilibradas y satisfactorias, en las que todos los involucrados se sienten escuchados y valorados.